A veces he soñado, al menos, que cuando el día del juicio amanezca y los grandes conquistadores y abogados y hombres de Estado vayan a recibir sus recompensas -sus coronas, sus laureles, sus nombres grabados indeleblemente en mármol imperecedero-, el Todopoderoso se dirigirá a Pedro y dirá, no sin cierta envidia cuando nos vea venir con libros bajo nuestros brazos, “Mira, esos no necesitan ninguna recompensa. No tenemos nada que darles aquí. Les gustaba leer”. Virginia Woolf -Un cuarto propio y otros ensayos-

Me gustaría comprar todos los libros de Tolstoi y Dostoievski que ya leí pero que no tengo en mi biblioteca. También los de Daudet. Y los de Victor Hugo. A veces me pregunto qué hice con esos libros, cómo fui capaz de perderlos, en dónde los perdí. Otras veces me pregunto para qué quiero tenerlos si ya los leí, que es la forma de tenerlos para siempre. La única respuesta posible es que los quiero para mis hijos. Sé que es una respuesta tramposa: uno tiene que salir de casa a buscar los libros que lo esperan.

Roberto Bolaño

Sunday, April 25, 2004

Bill Watterson -El peligro de leer-

De Calvin & Hobbes, la divertida tira humorística de Bill Watterson.

Calvin y Hobbes

Copio y traduzco el diálogo, porque no se ve demasiado bien.

Calvin: Me he leído el libro de la biblioteca que me cogiste.
Madre: ¿Y qué te ha parecido?
Calvin: Realmente me ha hecho ver las cosas de otra manera. Me ha dado mucho en lo que pensar.
Madre: Me alegro que lo disfrutases.
Calvin: Me está complicando la vida. No me cojas ninguno más.